
1 calabaza. Debe ser lo más gorda posible. Cualquier tipo de calabaza es útil.
1 cuchara o cucharón.
1 navaja o cuchillo.
1 vela tipo «candil»

Cortar la calabaza a la longitud que se desee, en el caso de que sea alargada. Si es redonda, se hará un orificio circular en la parte inferior, con un tamaño suficiente para que quepa la mano.

Cortamos una rodaja de unos 2 ó 3 cm. que reservaremos para que nos sirva de soporte de la vela. ¡No vacíes la rodaja!

Con la cuchara o cucharón le sacaremos a la calabaza todas las «tripas».

Una vez limpio el interior, se cortará la corteza para hacer los ojos y la boca. Cuanto más fea quede la calavera, mejor, ya que así dará más miedo.

Pon tu vela en la rodaja que previamente has reservado y cúbrela con ru «calavera». Ya se puede encender la vela, colocando la calabaza en lugares estratégicos para que provoque el máximo miedo posible.